La idolatría es un pecado muy grave que está enviando a miles de millones de personas al infierno. Por lo tanto, es necesario que tengamos una definición correcta de idolatría según la Biblia. Todo el mundo conoce la idolatría del paganismo en sus diversas formas, como el hinduismo y el budismo, pero los católicos y cristianos profesantes pueden cometer idolatría incluso mientras tratan de adorar a Jesucristo. Esto nos lleva a los 10 Mandamientos.
"No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra: No te inclinarás a ellas, ni les servirás; porque yo el Señor tu Dios soy Dios celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos." - Ex. 20:4-6 (Deut. 5:8-9)
En una escena que nunca debe ser olvidada, la congregación de Israel recibió una definición correcta de idolatría. No necesitamos debatir sobre esta definición porque vino directamente de Dios cuando el pueblo escuchó la voz del SEÑOR tronando desde el monte Sinaí. Ahora bien, ¡todo el mundo debería conocer estas formas de adoración prohibido! En primer lugar, hacer imágenes con el propósito de adorarlas está estrictamente prohibido, especialmente cuando se trata de hacer imágenes de Dios o de Jesucristo. En segundo lugar, los adoradores idólatras pueden ser fácilmente identificados como personas que "se inclinan" ante estas imágenes. Tanto la fabricación como la adoración de estas imágenes están prohibidas en este mandamiento. Naturalmente, esto se debe a que hacer lo uno llevará a lo otro. Por lo tanto, la gente no debe ni siquiera intentar hacer una imagen que represente la similitud o semejanza de Jesucristo o Dios.
"Por tanto, guardaos bien, porque no visteis ninguna semejanza el día que el Señor os habló en Horeb, de en medio del fuego: No sea que os corrompáis, y os hagáis escultura, semejanza de figura alguna, semejanza de varón o hembra..." - Deut. 4:15-19
¿Ha visto alguna vez a católicos inclinándose ante imágenes de Jesús y María? De alguna manera, los católicos han sido engañados para hacer exactamente lo que está explícitamente prohibido por Dios. ¿Saben tus amigos católicos que el pecado de idolatría está definitivamente revelado en el 2o Mandamiento? Probablemente no. Coincidentemente, el clero de la Iglesia Católica Romana numera los 10 Mandamientos de manera diferente, y esto desvía la atención de esta clara prohibición en Éxodo 20:4-6. En su cálculo de los 10 Mandamientos, el clero de la Iglesia Católica Romana numera los 10 Mandamientos de manera diferente. En su cálculo de los 10 mandamientos, el 2o mandamiento de Éxodo 20:4-6 se combina con el 1o mandamiento de Éxodo 20:3, pero las mismas prohibiciones claras siguen presentes en las Escrituras.
Los católicos se defienden diciendo que están honrando y venerando las imágenes de Jesús y María, pero no están adorando o venerando estas imágenes, incluso cuando religiosamente se inclinan ante ellas. ¿Le parece correcto? ¡Llámelo como quiera! Las acciones son más elocuentes que las palabras. Si los católicos están haciendo lo que se prohíbe explícitamente en Éxodo 20:4-6, al hacer imágenes e inclinarse ante ellas, entonces esto es idolatría según la Biblia. Practicar esta forma prohibida de adoración es especialmente preocupante porque incluso los cristianos que profesan ser idólatras son condenados al infierno en el Nuevo Testamento (1 Cor. 5:11, 6:9-10, 10:7, Ef. 5:5, Ap. 21:8, 22:15).
“Además está su tierra llena de ídolos, y a la obra de sus manos se han arrodillado, a lo que fabricaron sus dedos.Y el hombre vil se ha inclinado, y el hombre altivo se ha humillado; por tanto no los perdones.” – Isa. 2:8-9
Dejemos que la autoridad de las Escrituras hable por sí misma. Es la palabra de Dios. “Inclinarse" o "arrodillarse" ante una imagen es un acto de "adoración" a los ojos de Dios (Isaías 2:8-9, 46:5-6; Éxodo 20:4-6). Ahora, fiel a la palabra del profeta Isaías, ¡la tierra de Perú está llena de ídolos en nombre del catolicismo romano! El escenario es inquietantemente similar al de las civilizaciones paganas de la historia. Las imágenes están en los lugares altos de las colinas y montañas (Lev. 26:30, Núm. 22:41, 33:52, Deut. 12:2, 1 Reyes 12:32, 13:2, Ez. 6:6). Las imágenes están bajo los verdes árboles de nuestros jardines y arboledas en las plazas de nuestras ciudades (1 R. 14:22-23). Todo esto se hace en nombre de Jesucristo, incluso a pesar de que se nos ha ordenado no adorar a Dios de esta manera.
“Destruiréis enteramente todos los lugares donde las naciones que vosotros heredareis sirvieron a sus dioses, sobre los montes altos, y sobre los collados, y debajo de todo árbol espeso. Y derribaréis sus altares, y quebraréis sus estatuas, y sus imágenes de Asera consumiréis con fuego; y destruiréis las esculturas de sus dioses, y extirparéis el nombre de ellas de aquel lugar. No haréis así al Señor vuestro Dios.” - Deu 12:2-4
No debemos intentar adorar a Dios cristianizando la idolatría del paganismo (Deut. 12:30-32). Las "costumbres de los paganos" son vanas (Jer. 10:1-7, 14-15). "No haréis así al Señor vuestro Dios". (Deut. 12:4). No debemos traer imágenes a la Casa de Dios (Ez. 5:11, 7:20, Jer. 7:30, 32:34). Tampoco debemos traer imágenes a nuestras propias casas (Dt. 7:25-26, 27:15). De lo contrario, seremos maldecidos ante los ojos de Dios. Tristemente, la gente de Perú piensa que están siendo bendecidos por la presencia de estas imágenes, pero la Palabra de Dios declara audazmente que estamos siendo maldecidos (Deut. 7:26).
“¿A qué, pues, haréis semejante a Dios, o a qué imagen le compararéis?” - Isa. 40:18
“ ¿A quién me asemejáis, y me igualáis, y me comparáis, para que seamos semejantes?” – Isa. 46:5
La idolatría está mal porque estas imágenes de Jesucristo son creadas por los hombres como obra de nuestras manos (Sal. 115:4, 135:15). Estas imágenes son insultantes para Dios y engañosas para los hombres porque ninguna de ellas puede representar correctamente la semejanza o apariencia de Jesucristo. ¿Era Jesucristo de piel oscura o clara? ¿Tenía el pelo negro o castaño? ¿Era alto o bajo? Al Hijo de Dios no le agrada ver a los católicos inclinándose ante la semejanza de un impostor.
Toda la situación es una vergüenza. Las imágenes están adornadas con oro y plata, pero la belleza de Dios es incomparable e indescriptible (Isaías 40:18-19, 46:5-6). Las imágenes tienen boca, pero no pueden hablar (Sal. 135:16). Tienen ojos, pero no pueden ver (Sal. 135:16). Tienen oídos, pero no pueden oír (Sal. 135:17). Tampoco hay vida en estas imágenes (Sal. 135:17). Literalmente, no pueden moverse (Is. 41:6-7). Por lo tanto, las imágenes son exaltadas sobre plataformas, pilares y lugares altos en un vano espectáculo de adoración que contradice la realidad, ya que la gente se olvida del invisible y altamente exaltado Dios del universo que está sentado sobre el globo de la tierra (Is. 40:21-22).
“ ¿A qué, pues, haréis semejante a Dios, o a qué imagen le compararéis? El artífice prepara la imagen de talla, el platero le extiende el oro, y le funde cadenas de plata. El pobre escoge, para ofrecerle, madera que no se apolille; se busca un maestro sabio, que le haga una imagen de talla que no se mueva ¿No sabéis? ¿No habéis oído? ¿Nunca os lo han dicho desde el principio? ¿No habéis sido enseñados desde que la tierra se fundó? Él está sentado sobre el globo de la tierra, cuyos moradores son como langostas; Él
extiende los cielos como una cortina, los despliega como una tienda para morar. Él reduce a nada a los poderosos, y a los jueces de la tierra hace como cosa vana.” – Isa. 40:18-23
Evidentemente, estas prácticas no ayudan a los hombres a adorar al SEÑOR humillándolos ante Dios. Estas prácticas inflan el orgullo de los hombres ya que suponen que pueden hacer, llevar, transportar y representar la imagen de Dios, y de este modo invocar las bendiciones divinas sobre las personas. Estos ídolos son llevados y transportados con gran dificultad a causa de la pesada carga (Is. 46:1). Los hombres se fatigan bajo la carga en las procesiones que recorren nuestras ciudades. Se trata de una engañosa muestra de adoración porque, en realidad, todos los hombres son llevados y transportados por Dios (Is. 46:1-6).
“He aquí que vosotros sois de nada, y vuestras obras de vanidad; abominación el que os escogió .” – Isa. 41:24
“He aquí, todos son vanidad, y las obras de ellos nada; viento y vanidad son sus imágenes de fundición.” – Isa. 41:29
¡Es hora de que el Perú despierte de esta pesadilla de confusión! La influencia hechizante de la idolatría está destruyendo a nuestro pueblo. Emplear imágenes para el culto "no aprovecha para nada" (Isa. 44:10). Las imágenes del “Señor de los Milagros” ( “Cristo Moreno” ) son abominaciones detestables a los ojos de Dios. Cuanto más las aborrezcamos como cosas malditas, mejor nos irá en el Perú (Deut. 7:25-26). Por lo tanto, la próxima vez que vea una procesión de peregrinos que van al lugar alto de una montaña para adorar a Dios, con amor dirija su atención a las palabras del Señor Jesucristo en Juan 4:20-24.
“Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar. Jesús le dijo: Mujer, créeme que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos. Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; pues también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que le adoren.”
- Juan 4:20-24
La idolatría es un pecado muy grave que está enviando a miles de millones de personas al infierno. Por lo tanto, es necesario que tengamos una definición correcta de idolatría según la Biblia. Todo el mundo conoce la idolatría del paganismo en sus diversas formas, como el hinduismo y el budismo, pero los católicos y cristianos profesantes pueden cometer idolatría incluso mientras tratan de adorar a Jesucristo. Esto nos lleva a los 10 Mandamientos.
"No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra: No te inclinarás a ellas, ni les servirás; porque yo el Señor tu Dios soy Dios celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos." - Ex. 20:4-6 (Deut. 5:8-9)
En una escena que nunca debe ser olvidada, la congregación de Israel recibió una definición correcta de idolatría. No necesitamos debatir sobre esta definición porque vino directamente de Dios cuando el pueblo escuchó la voz del SEÑOR tronando desde el monte Sinaí. Ahora bien, ¡todo el mundo debería conocer estas formas de adoración prohibido! En primer lugar, hacer imágenes con el propósito de adorarlas está estrictamente prohibido, especialmente cuando se trata de hacer imágenes de Dios o de Jesucristo. En segundo lugar, los adoradores idólatras pueden ser fácilmente identificados como personas que "se inclinan" ante estas imágenes. Tanto la fabricación como la adoración de estas imágenes están prohibidas en este mandamiento. Naturalmente, esto se debe a que hacer lo uno llevará a lo otro. Por lo tanto, la gente no debe ni siquiera intentar hacer una imagen que represente la similitud o semejanza de Jesucristo o Dios.
"Por tanto, guardaos bien, porque no visteis ninguna semejanza el día que el Señor os habló en Horeb, de en medio del fuego: No sea que os corrompáis, y os hagáis escultura, semejanza de figura alguna, semejanza de varón o hembra..." - Deut. 4:15-19
¿Ha visto alguna vez a católicos inclinándose ante imágenes de Jesús y María? De alguna manera, los católicos han sido engañados para hacer exactamente lo que está explícitamente prohibido por Dios. ¿Saben tus amigos católicos que el pecado de idolatría está definitivamente revelado en el 2o Mandamiento? Probablemente no. Coincidentemente, el clero de la Iglesia Católica Romana numera los 10 Mandamientos de manera diferente, y esto desvía la atención de esta clara prohibición en Éxodo 20:4-6. En su cálculo de los 10 Mandamientos, el clero de la Iglesia Católica Romana numera los 10 Mandamientos de manera diferente. En su cálculo de los 10 mandamientos, el 2o mandamiento de Éxodo 20:4-6 se combina con el 1o mandamiento de Éxodo 20:3, pero las mismas prohibiciones claras siguen presentes en las Escrituras.
Los católicos se defienden diciendo que están honrando y venerando las imágenes de Jesús y María, pero no están adorando o venerando estas imágenes, incluso cuando religiosamente se inclinan ante ellas. ¿Le parece correcto? ¡Llámelo como quiera! Las acciones son más elocuentes que las palabras. Si los católicos están haciendo lo que se prohíbe explícitamente en Éxodo 20:4-6, al hacer imágenes e inclinarse ante ellas, entonces esto es idolatría según la Biblia. Practicar esta forma prohibida de adoración es especialmente preocupante porque incluso los cristianos que profesan ser idólatras son condenados al infierno en el Nuevo Testamento (1 Cor. 5:11, 6:9-10, 10:7, Ef. 5:5, Ap. 21:8, 22:15).
“Además está su tierra llena de ídolos, y a la obra de sus manos se han arrodillado, a lo que fabricaron sus dedos.Y el hombre vil se ha inclinado, y el hombre altivo se ha humillado; por tanto no los perdones.” – Isa. 2:8-9
Dejemos que la autoridad de las Escrituras hable por sí misma. Es la palabra de Dios. “Inclinarse" o "arrodillarse" ante una imagen es un acto de "adoración" a los ojos de Dios (Isaías 2:8-9, 46:5-6; Éxodo 20:4-6). Ahora, fiel a la palabra del profeta Isaías, ¡la tierra de Perú está llena de ídolos en nombre del catolicismo romano! El escenario es inquietantemente similar al de las civilizaciones paganas de la historia. Las imágenes están en los lugares altos de las colinas y montañas (Lev. 26:30, Núm. 22:41, 33:52, Deut. 12:2, 1 Reyes 12:32, 13:2, Ez. 6:6). Las imágenes están bajo los verdes árboles de nuestros jardines y arboledas en las plazas de nuestras ciudades (1 R. 14:22-23). Todo esto se hace en nombre de Jesucristo, incluso a pesar de que se nos ha ordenado no adorar a Dios de esta manera.
“Destruiréis enteramente todos los lugares donde las naciones que vosotros heredareis sirvieron a sus dioses, sobre los montes altos, y sobre los collados, y debajo de todo árbol espeso. Y derribaréis sus altares, y quebraréis sus estatuas, y sus imágenes de Asera consumiréis con fuego; y destruiréis las esculturas de sus dioses, y extirparéis el nombre de ellas de aquel lugar. No haréis así al Señor vuestro Dios.” - Deu 12:2-4
No debemos intentar adorar a Dios cristianizando la idolatría del paganismo (Deut. 12:30-32). Las "costumbres de los paganos" son vanas (Jer. 10:1-7, 14-15). "No haréis así al Señor vuestro Dios". (Deut. 12:4). No debemos traer imágenes a la Casa de Dios (Ez. 5:11, 7:20, Jer. 7:30, 32:34). Tampoco debemos traer imágenes a nuestras propias casas (Dt. 7:25-26, 27:15). De lo contrario, seremos maldecidos ante los ojos de Dios. Tristemente, la gente de Perú piensa que están siendo bendecidos por la presencia de estas imágenes, pero la Palabra de Dios declara audazmente que estamos siendo maldecidos (Deut. 7:26).
“¿A qué, pues, haréis semejante a Dios, o a qué imagen le compararéis?” - Isa. 40:18
“ ¿A quién me asemejáis, y me igualáis, y me comparáis, para que seamos semejantes?” – Isa. 46:5
La idolatría está mal porque estas imágenes de Jesucristo son creadas por los hombres como obra de nuestras manos (Sal. 115:4, 135:15). Estas imágenes son insultantes para Dios y engañosas para los hombres porque ninguna de ellas puede representar correctamente la semejanza o apariencia de Jesucristo. ¿Era Jesucristo de piel oscura o clara? ¿Tenía el pelo negro o castaño? ¿Era alto o bajo? Al Hijo de Dios no le agrada ver a los católicos inclinándose ante la semejanza de un impostor.
Toda la situación es una vergüenza. Las imágenes están adornadas con oro y plata, pero la belleza de Dios es incomparable e indescriptible (Isaías 40:18-19, 46:5-6). Las imágenes tienen boca, pero no pueden hablar (Sal. 135:16). Tienen ojos, pero no pueden ver (Sal. 135:16). Tienen oídos, pero no pueden oír (Sal. 135:17). Tampoco hay vida en estas imágenes (Sal. 135:17). Literalmente, no pueden moverse (Is. 41:6-7). Por lo tanto, las imágenes son exaltadas sobre plataformas, pilares y lugares altos en un vano espectáculo de adoración que contradice la realidad, ya que la gente se olvida del invisible y altamente exaltado Dios del universo que está sentado sobre el globo de la tierra (Is. 40:21-22).
“ ¿A qué, pues, haréis semejante a Dios, o a qué imagen le compararéis? El artífice prepara la imagen de talla, el platero le extiende el oro, y le funde cadenas de plata. El pobre escoge, para ofrecerle, madera que no se apolille; se busca un maestro sabio, que le haga una imagen de talla que no se mueva ¿No sabéis? ¿No habéis oído? ¿Nunca os lo han dicho desde el principio? ¿No habéis sido enseñados desde que la tierra se fundó? Él está sentado sobre el globo de la tierra, cuyos moradores son como langostas; Él
extiende los cielos como una cortina, los despliega como una tienda para morar. Él reduce a nada a los poderosos, y a los jueces de la tierra hace como cosa vana.” – Isa. 40:18-23
Evidentemente, estas prácticas no ayudan a los hombres a adorar al SEÑOR humillándolos ante Dios. Estas prácticas inflan el orgullo de los hombres ya que suponen que pueden hacer, llevar, transportar y representar la imagen de Dios, y de este modo invocar las bendiciones divinas sobre las personas. Estos ídolos son llevados y transportados con gran dificultad a causa de la pesada carga (Is. 46:1). Los hombres se fatigan bajo la carga en las procesiones que recorren nuestras ciudades. Se trata de una engañosa muestra de adoración porque, en realidad, todos los hombres son llevados y transportados por Dios (Is. 46:1-6).
“He aquí que vosotros sois de nada, y vuestras obras de vanidad; abominación el que os escogió .” – Isa. 41:24
“He aquí, todos son vanidad, y las obras de ellos nada; viento y vanidad son sus imágenes de fundición.” – Isa. 41:29
¡Es hora de que el Perú despierte de esta pesadilla de confusión! La influencia hechizante de la idolatría está destruyendo a nuestro pueblo. Emplear imágenes para el culto "no aprovecha para nada" (Isa. 44:10). Las imágenes del “Señor de los Milagros” ( “Cristo Moreno” ) son abominaciones detestables a los ojos de Dios. Cuanto más las aborrezcamos como cosas malditas, mejor nos irá en el Perú (Deut. 7:25-26). Por lo tanto, la próxima vez que vea una procesión de peregrinos que van al lugar alto de una montaña para adorar a Dios, con amor dirija su atención a las palabras del Señor Jesucristo en Juan 4:20-24.
“Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar. Jesús le dijo: Mujer, créeme que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos. Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; pues también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que le adoren.”
- Juan 4:20-24
